Cuando el azul, toma un amarillo: se enaltece, se consagra, intenta provocativamente pro-activamente al verde. Que parece no perderse (ni aislarse) y efusivamente se recupera (el verde). Se adelanta (hacia atrás) se retorna (hacia adelante) se queda quieto (aquí inmóvil) Ve una sonrisa (aún verde) te escucha (aún verde) te siente (aún verde) pasan las horas (también verdes) y asi se cae en la idea que no se perdió el amor (ni el verde)